Tradicionalmente se ha considerado a la Compañía de Jesús como una orden religiosa cuyas estructuras, proyectadas desde sus orígenes por su fundador, no experimentaron apenas variación a lo largo del tiempo. Si esto se ha podido observar en cuanto a su vivencia espiritual y al diseño de un proyecto religioso común, no parece apropiado afirmar lo mismo en cuanto a la relación que mantuvo la Compañía con los distintos príncipes y poderes políticos establecidos, ya que libró una dura batalla hasta adaptarse e insertarse en las diversas cortes europeas de la época moderna, incluida la papal. Esa adaptación se pued ...